Las obscenidades de Maduro
En las últimas semana hemos sido testigos de acciones,
jurídicas y políticas, y rumores que han generado gran convulsión en la opinión
pública nacional. Por un lado, las rumores de una posible intervención a la
empresa de Alimentos Polar y la detención de Lorenzo Mendoza, y por otro, las
sentencias de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
declarando nulas las decisiones de la Asamblea Nacional en cuanto al Decreto de
Emergencia Económica, revocándole sus competencias; y atribuyéndoselas a si
mismo.
Lo cierto es que estas acciones han
generado conmoción en medida en que denotan un cambio radical en el
comportamiento y estrategia del partido de gobierno. Si dibujásemos una línea
imaginaria, y en ella colocásemos los diferentes espectros de comportamiento
político que ha tenido el PSUV, podríamos coincidir en que, en un principio, el
espectro de un totalitarismo populista, que inducía un status quo de alegría,
fue la etapa de gobierno del ex presidente Hugo Chávez; algo muy parecido a
aquella novela literaria de Aldous Huxley titulada Un mundo feliz.
Al empezar el gobierno de Maduro, y
las fuertes protestas de 2014; el gobierno nacional se vio en la necesidad de
mutar su comportamiento hacia uno de totalitarismo dominante, en el cual, las
fuerzas represivas del Estado jugaron un papel fundamental para mantener el
control político nacional, a toda costa y a todo costo. Si continuamos con los
referentes literarios, George Orwell seguro se habría sentido plagiado.
Pero, y aunque no parecía a primera
vista suceder así, el gobierno nacional ha sufrido una última transformación a
partir de la victoria de la oposición democrática en las pasadas elecciones
parlamentarias. Se recogieron las fuerzas represivas del Estado, pues los
costos políticos que éstas generaban desplegadas, ya no eran costeables por el
PSUV; sin embargo, el modelo totalitario de gobierno se volvió aún más
dominante, a tal punto que llegó a realizar acciones obscenas. En la novela
Fahrenheit 451º, el gobierno era capaz hasta de incinerar libros. De hecho, era
una política de Estado.
La amenaza de desaparecer la Harina
PAN es, definitivamente, un símil a la quema de libros. En unas condiciones
socioeconómicas como las que vivimos en Venezuela en este momento, expropiar la
mayor empresa de distribución de alimentos del país, es básicamente una
demostración de inhumanidad por parte de quienes realizan estas acciones.
Afortunadamente, esta fase, la fase
obscena de los procesos políticos no democráticos, suele ser la fase terminal.
El buen ejercicio del poder que está llevando la MUD desde la Asamblea
Nacional, demerita en toda medida cualquier acción que tome el gobierno.
Solo
queda decidir, por la Enmienda, por la Reforma, por el Referéndum, o por la
constituyente.
Alejandro Conejero
@ConejeroC
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarSolicito divinamente y políticamente la adopcion patria a mi nacion Guatemala como la segunda patria venezolana, incluyéndome a mí como guatemalteco original y adoptado venezolano.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.