miércoles, 13 de enero de 2016

La Reforma Universitaria: Un camino que empezamos a transitar

La Reforma Universitaria: Un camino que empezamos a transitar

Venezuela vive múltiples crisis galopantes en este año. La universitaria resulta ser una de las más graves, no solo para los miembros de su comunidad, quienes se han visto afectados durante los últimos 9 años, sino también para el desarrollo industrial, tecnológico e intelectual del país. Desde el 2007, las casas de estudio venezolanas han recibido un presupuesto re-conducido por el Ministerio del Educación Superior, esto en el contexto de hiper-inflación que vive el país, hace que las Universidades sean prácticamente inviables. La insostenibilidad económica de las casa de estudio ha provoca su deterioro exponencial. Sin agua, sin pupitres, sin pizarras, sin transporte, sin comedores, y sin salarios dignos, las universidad luchan con las garras contra su paralización técnica. El liderazgos del Partido Socialista Unido de Venezuela, simplemente ha planteado una guerra existencial contra la Universidad Venezolano, y por tanto, contra el desarrollo de la nación.

Desde el punto de vista económico, el gobierno nacional utiliza de forma descarada y discrecional el manejo de los recursos del Ministerio de Educación para dominar política y doctrinariamente la educación superior venezolana, desde la inversión exagerada en pseudo-universidades que tienen como único objetivo egresar militantes del PSUV, hasta la asfixia presupuestaria y jurídica a las prestigiosas casas de estudio venezolanas. El gobierno utiliza al Tribunal Supremo de Justicia para perseguir a las autoridades rectorales, a los dirigentes gremiales y a los representantes estudiantiles. Violan la autonomía universitaria como les viene en gana, y juegan con la comida de la comunidad estudiantil.

Ante toda esta crisis, el Movimiento Estudiantil siempre ha respondido de manera combativa y política. Hemos ido a los entes gubernamentales (in)competentes, formalizado quejas, informes, actividades de calle, y demás manifestaciones, pero siempre hemos obtenido la misma respuesta: el silencio sepulcral de quien se hace la vista gorda. Por esto, los estudiantes decidimos incorporarnos a la lucha política en Venezuela y apoyar de una u otra manera, al cambio político en nuestro país. Luego de años y años de esfuerzo, obtuvimos la mayoría en la Asamblea Nacional y las esperanzas de una comunidad que veía todo en la oscuridad, volvió a brillar. El día, 14 de Enero de 2016, la Asamblea Nacional tendrá como tercer punto de la agenda "Debate sobre la situación de las universidades públicas", donde se hará de conocimiento notorio la grave crisis que somete a las universidades, y por primera vez, los estudiantes tenemos la esperanza de que en vez de una cantidad de insultos y ofensas descomunales, escuchemos en dicho debate, ideas, propuestas y voluntad política de resolver los problemas de las universidades venezolanas.

Sabemos que es un camino largo, con obstáculos y trabas, que no es simplemente una Ley de Universidades, sino también una Ley Orgánica de Educación, una Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Investigación, y ¿Por qué no?, una Ley de Emergencia Universitaria que trate con letras pequeñas el asunto presupuestario de las casas de estudio. Existen un sin fin de problemas que solucionar, los servicios estudiantiles, las elecciones de autoridades, la violación a la autonomía universitaria, el paupérrimo salario profesoral, y demás. Esto no es un simple proyecto de Ley, es una Gran Reforma Universitaria, y lo que está en juego no es un indicador de cuantos graduandos tendremos en el 2016, sino el desarrollo económico, político e intelectual del país.

Los estudiantes, desde nuestra trinchera, seguiremos defendiendo las Universidades, porque creemos en ellas, y sabemos que son las casas que derrotarán el oscurantismo tiránico de un proyecto político que cree en la ignorancia como forma de dominación. Emprenderemos este camino para Reformar todo el marco legal y jurídico de las Universidades y promoveremos los derechos estudiantiles, la academia y la autonomía en este proyecto. 

Si en 1928, los estudiantes vencieron a una tiranía, no cabe duda que en el siglo XXI, la Universidad está para erguirse sobre los anti-valores del chavismo.

Alejandro Conejero
@ConejeroC

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