La guerra de los retratos: Chávez contra la realidad

La guerra de los retratos: Chávez contra la realidad

Recientemente ha circulado, de manera viral por los medios alternativos un video en el cual se ve al actual presidente de la directiva de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, ordenando que sean retirados los retratos del ex-presidente Hugo Chávez y el modelado digital del Libertador Simón Bolívar. En dicho video se puede observar como Henry Ramos se refiere de manera despectiva en algunas ocasiones hacia las figuras que ordenó retirar. Algunas frases imprecisas levantaron la polémica en las redes sociales y la dirigencia del PSUV no dudó en mediatizar y polemizar al respecto, como ya se ha venido experimentando, pareciera que en Venezuela, no adular la figura de Hugo Chávez es un crimen contra el Estado. 

La pregunta que se plantea es: ¿se ha vuelto esto realmente en contra de la oposición y de la figura de Henry Ramos?, lo cierto es que mientras la dirigencia del PSUV se enfrasca en el meta-relato de la diosificación de la figura de Hugo Chávez, la narrativa opositora empieza a presentar sus propuestas contra la realidad nacional, como por ejemplo la Ley de Propiedad de los ciudadanos que habitan en la Gran Misión Vivienda Venezuela, o los cesta-tickets en las pensiones para medicinas y alimentos. En este sentido, pareciera que la balanza de la popularidad se inclinará hacia quien logre marcar la agenda política pública nacional. Uno podría preguntarse ¿qué es más relevante en el imaginario colectivo nacional, la figura de Chávez, o la economía nacional?

En opinión de quien escribe, la realidad de la nacional adquirirá un peso gigantesco con el cual ningún venezolano podrá cargar. La hiperinflación, el aceleradísimo desabastecimiento, la corrupción y la inseguridad; son factores que están viéndose agravados profundamente en los últimos meses, y lo cierto es que ya el costo de la vida en Venezuela se ha vuelto impagable para muchos. Sin embargo, parece que el gobierno omite esto y se enfoca unicamente en la figura divinizada de una persona que ya no está, y que dejó un desastre, no solo económico, sino institucional y político, existe un aparataje del PSUV a nivel nacional que ha quebrantado todo tipo de institucionalidad, buscando divinizar a Hugo Chávez, dándole, por ejemplo, la figura de omnipresente. Un sin fin de ojos vigilantes en los edificios públicos, parques, paredes y murales. La falta de respeto a la institución del Estado ha sido pública y notoria. El presidente de la Asamblea Nacional, con sus desperfectos, con sus imprecisiones, logró devolverle la imagen institucional al hemiciclo, y eso ya es un logro político. No se puede permitir que en Venezuela se reproduzcan la horrible situación post-peronista de Argentina, por dar un ejemplo. Los cambios deben hacerse, sin miedo a perder popularidad, pero con cautela y precisión, siempre, con respeto.

Por otro lado, la Mesa de la Unidad Democrática utiliza el espacio de la Asamblea Nacional para hacer públicas sus propuestas y presentarlas a la nación. En los próximos días el presidente Nicolas Maduro deberá ir a rendir cuentas al hemiciclo, sin la figura de Chávez detrás, por cierto. Pero más importante que esto, es que Maduro ha sostenido que no promulgará ninguna Ley que emita esta Asamblea Nacional, por considerar, al igual que la bancada del PSUV, ilegitima, en desacato, y por tanto nula; lo que por cierto representa una contradicción, pues también dijo públicamente, que asistirá a la rendición de cuentas. Pero, eso no es lo relevante, lo que pone los pelos de punta es que Maduro ha dicho que vetará cualquier Ley que salga del seno de esta Asamblea, y además ha demostrado con un comportamiento sistemático que no va a rectificar económicamente, por tanto, todas las iniciativas de la Mesa de la Unidad, parece que tendrán un destino de veto y un camino difícil para llegar a la Gaceta. Esto representa una clara lucha de poderes dentro del Estado Venezolano, y esto solo se dirime de una manera, y es con el poder político, el poder político de la ciudadanía en Venezuela, que se mide, en teoría, por la popularidad que puedan capitalizar ambos bloques. Ahora, la última pregunta que debemos hacernos es: ¿Qué será más poderoso y popular en la Venezuela del 2016, la figura de Hugo Chávez, o una economía estable, productiva, sin colas y con productos?

Alejandro Conejero
@ConejeroC