Nueva AN: Cordura,
prudencia y coraje. ¡Feliz año 2016!
Hoy, a 5 días del mes de enero del año
2016, luego de haber concluido la solemne sesión de instalación de la nueva
Asamblea Nacional, la democrática, la plural, la respetuosa; no queda más sino
desearle a todos los conciudadanos venezolanos, un feliz año 2016, un feliz año
2016 que comienza con alegría, con entusiasmo, con valentía, y con sobre todo,
esperanza. A tan solo cinco días de haber comenzado este nuevo capítulo en el
libro de la vida de Venezuela, nos llevamos una grata sorpresa el día de hoy.
Amaneció con una Caracas que apuntaba a la desmovilización, la cúpula nacional
del PSUV intentó desarticular lo que sería un día honra para todas esas
generaciones que vivieron por la democracia y el Estado de Derecho. Con más de
5 estaciones del metro cerradas y fortísima presencia ostensiva de todos los
cuerpos de seguridad nacionales, el agonizante Partido de Gobierno se defendía
de lo que terminó siendo una jornada pulcra de libertad y democracia. Ante toda
fuerza del Estado, más de 3.000 ciudadanos se concentraron en la esquina del
chorro, en La Hoyada, para acompañar la juramentación de los 112 diputados
electos de la Mesa de la Unidad Democrática.
Comenzaría la solemne sesión alrededor de
las 11:00 de la mañana, donde el diputado Héctor Agüero demostraría, con su
decadente verbo, como salía el PSUV del control del hemiciclo, para pasar a ser
minoría. Luego de esto, asumiría un personaje reconocido por todos los
venezolanos la nueva presidencia de la directiva de la Asamblea Nacional, Henry
Ramos Allup, quien hoy demostró ser alguien perfectamente preparado para ocupar
la silla presidencial de la Asamblea. Pero, no quiero referirme solo a Henry,
de quien ya se ha hablado durante todo el día, y nos ha dejado claro su
capacidad para dirigir un debate álgido como el de hoy. La bancada de la Mesa
de la Unidad, y con esto me refiero a todos los diputados que estuvieron
presentes hoy, y también a quien acompañaron protocolarmente el acto,
demostraron tener los tres atributos necesarios para la conducción política del
proceso que se presenta hoy en nuestro país.
La cordura, o la templanza, que es la
acción de operar moderadamente. Es la manifestación de la sensatez de un
hombre. Esa imagen que proyectaron los diputados con un lenguaje impecable, con
un verbo pausado y con una postura clara. La prudencia, es la premeditación
antes de realizar cualquier acción. El calculo predeterminado de todo el
accionar de la bancada, cada detalle, desde el liquilique hasta las gorras
tricolor, desde la ocupación del podio de oradores hasta las notas de los
discursos, todo fue ensayado y pensado, no había margen de error, y la bancada
respondió como debía responder, con la mente puesta en los objetivos políticos
a mediano y largo plazo. Y por último, pero no menos importante, el coraje, ese
verbo encendido pero cauteloso en los momentos clave donde todo parecía salirse
de control, ese “tate quieto” que debes en cuando era necesario para amansar el
boicot del oficialismo.
Hoy se demostraron muchas cosas, una de
ellas, muy importante, es que un civil también puede poner “orden en la pea”.
Una derrota contundente al relato militarista de la mano dura. Exijamos a
nuestra bancada, ahora más que nunca, consistencia, y tengamos por seguro que con
cordura, prudencia y coraje, la democracia nos espera. ¡Feliz año 2016!
Alejandro Conejero
@ConejeroC
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