Nos devolvieron la pelota: El TSJ impugna diputados de la
MUD
Ayer,
30 de Diciembre del 2015, en vísperas de la festividad del año nuevo, la
dirigencia del PSUV a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) logra
impugnar a tres (3) diputados electos de la Mesa de la Unidad Democrática y
desconocer la Voluntad expresada por la ciudadanía nacional el pasado 6 de
Diciembre en los comicios parlamentarios. La sentencia fue dictada por la Sala
Electoral del TSJ. Resulta relevante recordar que los magistrados que dictaron
esta sentencia son los mismo que designó la vieja Asamblea Nacional,
violentando la Constitución de la República y faltando a todo el proceso de
designación. Además de esto, el TSJ ya se encontraba de vacaciones cuando se
introdujo este recurso y se declaró a lugar, es decir, el gobierno forzó a los
magistrados a volver a despachar los días 28, 29 y 30 de Diciembre para poder
concretar el acto delictivo. Todo esto constituye una falta letal al respeto de
la voluntad del pueblo venezolano.
Ante
estos sucesos, la Mesa de la Unidad Democrática ha respondido con un comunicado
en el cual expresan que “con la fuerza de la constitución, con la fuerza de la
Ley y la fuerza del pueblo, los 112 diputados de la Unidad Democrática tomarán
posesión el próximo 5 de Enero”. Esta frase deja entrever de manera implícita,
que la Mesa de la Unidad Democrática desconocerá la decisión adoptada por el
moribundo Tribunal y juramentará los 112 diputados electos. En pocas palabras,
aplicará el artículo 350 de la constitución de la República, de forma real y
efectiva para lograr la consolidación de la nueva plenaria el día martes 5 de
Enero. Esto es en definitiva, la respuesta que todos los venezolanos
esperábamos de nuestra dirigencia.
En
día anteriores se escucharon diversas opiniones acerca del debate político que
sufre la oposición a nivel interno: La cohabitación contra la ruptura. Las dos
grandes tesis que predominan en la dirigencia de los partidos de la Mesa de la
Unidad Democrática. Sobre esto, se dijo que deberíamos esperar en aquel lo
momento, la respuesta del gobierno nacional frente a la victoria opositora el 6
de Diciembre, puesto que la reacción del PSUV definiría la disposición de los
mismos a la negociación y al dialogo, y por tanto, a la cohabitación. Con
discursos agresivos y soberbios, dejaron entrever las primeras impresiones,
Jorge Rodríguez puso la guindilla, amenazando a todo el mundo y cantando fraude. Después, empezaron a actuar.
Nombraron a Susana Barreiros como la Defensora Pública de la nación, la jueza,
o mejor dicho, verdugo encargada de someter injustamente a Leopoldo López a
prisión durante 13 años. Luego, intentaron blindarla reformando la Ley de
Defensa Pública. Pasaron al TSJ, para intentar un bloqueo institucional a la
nueva Asamblea Nacional, nombraron los magistrados a dedo, sin procedimientos
adecuados, contra viento y marea y contra la constitución. Para cerrar el año,
concretaron el bloqueo impugnando diputados de la Mesa de la Unidad Democrática
para retrasar su juramentación. En definitiva, en el mes de Diciembre, el PSUV
reaccionó.
Ahora
es el turno de la Mesa de la Unidad Democrática. El gobierno dejó claro con su
accionar que no está dispuesto a dialogar o negociar, y dejó de manera
obligatorio para la Mesa de la Unidad, el camino de la ruptura. ¿El primer
paso?, el desconocimiento de la sentencia dictada por el TSJ y la juramentación
de los 112 diputados. Luego de esto, el 5 de Enero comenzará la gran lucha
institucional entre el TSJ y la Asamblea Nacional. La oposición se verá forzada
a activar mecanismos constitucionales para darle la estocada final a un moribundo
régimen que mientras más se acerque a su derrota definitiva, más violento y
peligroso se hará. Hay muchas opciones: Revocatorio, enmienda, e incluso,
constituyente. Quedará de parte de nuestra dirigencia, consensuar una
estrategia en común, donde logremos tomar el poder político en Venezuela.
Comenzó la transición.
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