domingo, 1 de noviembre de 2015

Política y transición en Venezuela

Política y transición en Venezuela


Nos encontramos hoy, 1 de Noviembre de 2015, a 35 días de lo que para muchos representa el escenario de inicio de la transición política en Venezuela: Las elecciones parlamentarias del 6  de Diciembre. Ante la grave crisis social, económica y política que atraviesa nuestro país, las elecciones lucen como un día diseñado para arremeter de manera contundente contra el régimen y propiciar una derrotar electoral, institucional y política. Pero, entendiendo la naturaleza del régimen al cual nos enfrentamos, que es: autoritario, represivo, y tiránico; debemos hacer una digestión de los factores y actores que influyen en el mapa de toma de decisiones políticas en Venezuela y como cada uno de ellos será participe de una transición política.

Primero, es necesario comprender lo que significa una transición política: el período de tiempo donde un sistema político sufre cambios o reformas sustanciales que revolucionan incluso la estructura del Estado. En ese sentido, ganar una elecciones no activa de ninguna manera una transición política. Entonces, surge la pregunta ¿de qué sirve ganar las elecciones parlamentarias el próximo 6 de Diciembre? a la cual debemos dar respuesta de la manera más concreta posible, sin rodeos ni tangentes, ganar estas elecciones sirve para poseer un instrumento de poder a nuestro favor, y , diría Manuel García Pelayo: Empezar a dar la lucha política de tensiones entre el orden y la pugna.

Ganar la Asamblea Nacional no tiene sentido alguno, al menos que manejemos un proyecto claro y pulcro, donde además estemos dispuestos a utilizar el foro parlamentario como herramienta para impulsar políticamente estás reformas sustanciales del Estado, para dar pequeños y grandes pasos hacia la Democracia, para encaminar un país hacia la libertad, la justicia y la igualdad. Pero, esto solo es posible si se encuentran unas condiciones políticas perfectamente articuladas: La comprensión de que la alianza opositora debe ser inquebrantable, El compartir de los valores y principios en los distintos proyectos políticos de cada partido que integra la Mesa de la Unidad, y el entendimiento del valor de la toma de decisiones por consensos. Solo en ese momento, la Asamblea Nacional funcionará como el instrumento de lucha política que debe ser, irreverente al ejecutivo nacional, con propuestas claras y fuerza legítimamente constituída en la calle.

Los acuerdos nacional deben responder a las necesidades del ciudadano venezolano. La economía nacional, la seguridad, y las libertades individuales son las que prelan en este escenario. El rumbo económico debe ser claro: las metas tienen que ser las de garantizar las libertades económicas suspendiendo los controles de precios, y cambiarios, en el caso de la seguridad, juega un papel fundamental la justicia y el sistema penitenciario, deben haber suficientes incentivos negativos como para que nadie quiera jamás incurrir en un crimen, y por último pero no menos importante: Las libertades políticas e individuales, el respeto a los Derechos Humanos, en fin, la construcción de un Estado de Derecho en el cual se respeten los mecanismos democráticos e institucionales.

Todo lo anterior solo será posible si tenemos un liderazgo presionado por sus bases para esclarecer las metas políticas que se establecen. Esto solo será posible con una conciencia ciudadana capaz de demostrar fuerza en la calle y en el voto. Este 6 de Diciembre votemos con conciencia de que el cambio solo empieza en el momento en que tengamos las bases de un proyecto de nación, y nosotros somos los responsables de que esto exista. Venezuela, necesita de jóvenes comprometidos, que piensen, que organicen y que actúen, en las urnas electorales, en las calles, en los foros, en los debates y en el dialogo. Las armas de los demócratas son las palabras, verbales y escritas, vamos a accionarlas y comencemos la transición.

Alejandro Conejero
@ConejeroC

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